Conexión: efecto de la rutina


    Este texto de Cortázar rompe una idea cotidiana, el uso de un reloj, y la complejiza dándole mucho más sentido que el que probablemente le demos nosotros en nuestro día a día a un aparato tan común, como lo es un reloj. Esta reflexión que hace y a la que nos invita Cortázar es característica de él. Vemos también por ejemplo en “No se culpe a nadie”, cómo el novelista argentino agarra una idea tan común y la vuelve un caos, para fijarnos en ella y romper con nuestra rutina, convencer que lo cotidiano no es tan cotidiano.
    Esta idea de romper y reflexionar en torno a la rutina o la cotidianeidad está presente en otros géneros también, como el cine, con “Atrapado en el tiempo” o más conocida como “El día de la marmota”. En esta película, el protagonista, Phil, se da cuenta de que está viviendo el mismo día una y otra y otra vez. Debido a esto, Phil es consciente de la “rutina”, de que todos los días son el mismo, pero sólo lo hace más miserable porque, por más que intenta, no es capaz de salir de esta infinita rutina, lo que le da la sensación de que sus actos carecen de sentido, y comienza a hacer cosas totalmente fuera de lo que él haría “normalmente”, se hace perseguir en auto por los policías, roba dinero, se suicida reiteradas veces, entre otras acciones.
    La misma idea de reflexionar frente a lo que nos es cotidiano, sea usar un reloj, sea ir al trabajo de mal humor, se ve presente en "Atrapado en el tiempo" y en "Preámbulo a las instrucciones para darle cuerda a un reloj", en formas diferentes evidentemente: en "Preámbulo" se simboliza en un objeto (reloj) o acto (regalar un reloj) los actos rutinarios, mientras que en la película se hace a través de un hecho fantástico donde, literalmente, todos los días son el mismo, simbolizando la rutina. Sin embargo, cómo interactúan y juegan con la idea de lo rutinario es el eje central de ambos contenidos.