El poema de Vallejo, dentro de los temas de los que habla, toca la idea de el uso del humano como un objeto en su vida, como una pieza más de una máquina que produce, como un capital, un recurso. Esta idea estuvo sin duda en boca de muchos en las épocas en que escribió el autor peruano el texto (1939). Encontramos una temporalidad muy cercana a uno de los más famosos de la industria del cine, Charlie Chaplin, con su obra “Tiempos Modernos” (1936). Esta parte con Charlot (el personaje que actuaba Chaplin) siendo un obrero de una industria en que se trabaja con producción masiva y en cadena.
El personaje del famoso actor y director no tarda en sufrir un ataque de locura por el trabajo que realizaba y porque a menudo le aumentaban la velocidad. Luego de una serie de sucesos en que se ve involucrado termina pasando varias veces por prisión, y sin dinero ni trabajo, y en el que conoce a una mujer huérfana en las mismas condiciones marginadas del orden moderno post Revolución Industrial. Con ella, buscará intentar adaptarse a este orden para lograr tener una casa en donde vivir y, como dice el papel de Chaplin en una escena de la película, incluso trabajará para lograrlo, mostrando claramente su lejanía con el trabajo, pero el no ser parte de una industria significa la miseria y la extrema pobreza. En la película la deshumanización se puede ver en dos partes de manera clara: la primera, es en el inicio del filme, en el que compara con videos a los humanos con ovejas de un rebaño, poniendo un video luego del otro para hacerlos ver similares. La segunda, es con Charlot y su pérdida de la razón debido al exhaustivo trabajo en la fábrica. A lo que nos invita el británico, al igual que el peruano, es a ver lo que genera en el hombre el modelo moderno de vida, en el que se nos somete a una vida de trabajos de producción masiva y ritmos incontrolables que, lejos de significar desarrollo humano, nos aleja de esto, ya que no podemos salir del sistema. Evidentemente utilizan recursos y formas completamente distintas para sus obras. Chaplin lo hace a partir de una película cómica, a través de imágenes tan representativas que no es necesario un diálogo para entender el mensaje, y Vallejo lo realiza a partir de la escritura con un poema trágico, pero el trasfondos de ambos es compartido y se puede relacionar.